2017/09/02

EL SUICIDIO

Lees en un periódico de hace unos meses que la tasa de suicidios en Asturias es la más alta de España: 12,97 suicidios por cada 100.000 habitantes (al año, se entiende) de manera que si somos en Asturias algo más de un millón de habitantes, tocamos a algo más de 130 al año.

De los suicidios no siempre informa la prensa, siendo como es una noticia. La prensa juega aquí un papel más didáctico o profiláctico que informativo en el sentido de que no informa de la mayor parte de los suicidios que se producen. Puede decirse que informar de un suicidio es morbo. Bien. Que pueden herirse sentimientos. Ah. Lo que quieras, pero algo hay de autocensura.

Volviendo a la noticia, dice el titular: La tasa de suicidios fuerza a Salud a preparar un plan de prevención. Las autoridades no han hecho nada, dice uno de los psiquiatras de guardia. Las autoridades no habrán hecho nada, pero para que las autoridades hagan algo habrá que aumentar los impuestos (el sabio de turno dirá que habrá que gestionar mejor) o habrá que restringir libertades personales (aquí interviene el purista para matizar, el purista siempre tiene que matizar).

Pensando en la estadística y tus conocidos resulta que dos compañeros de tu curso del Seminario decidieron quitarse la vida. ¿Qué motivos tenía cada uno? Ellos sabrán cómo lo vieron de negro. Uno era un licenciado de licenciatura nada suicida al que por lo visto se le había detectado una enfermedad galopante; otro era un desestructurado (enfermo, separado) que te pidió socorro unos días antes de tirarse por un puente. Por informaciones confidenciales te consta un intento de suicidio anterior. Días antes del definitivo no hiciste nada, pero quieres pensar que no podías hacer nada. Si acaso, retrasar el desenlace que se acabaría produciendo.






3 comentarios:

Anónimo dijo...

Has lavado tu conciencia, estando en contra de los suicidios. Yo estoy radicalmente en contra de los homiidios. Estoy totalmente a favor de morir de pie, antes ue vivir de rodillas. Defiendo la elección del día del punto final ¿es mejor que un hijo de la gran chingada te clave una navaja, te arrolle con el auto, te humille y te someta en tu trabajo, te destierre tu conyuge y te deje en la puta ruina...? Defenderte contra todas estas agresiones, si no es legal, es coherente. Parece que están mejor vistos los que pegan un tiro en la nuca, los dictadores tiránicos, los violadores sexuales irremisibles, los agresivos insociables, los maltratadores afectivos... que los suicidas, que son víctimas que no se meten con nadie. ¡Y lo que ganaríamos si todos estos TARADOS MENTALES se quitasen la vida!!! ¿O no verías con grandísima alegría, que Franco se hubiese quitado la vida, a los 56, como Hitler, o mejor, mucho antes? ¿A cuántos les has deseado que les parta un rayo?

Anónimo dijo...

Una vez que una persona ha decidido quitarse la vida, por causa de otra persona, porque le hace la vida imposible ¿no podría primero quitarle la vida al opresor, sin miedo al castigo, porque él/ella misma se va a quitar la suya?
Si su muerte es una expresión de protesta contra algo o contra alguien, que dejen un comunicado, escrito o de voz, con las motivaciones que la llevan a tal ejecución. Los demás podemos o no, estar de acuerdo, pero las razones son suyas.
Tenemos ejemplos de personas que llevan una vida postrada en una silla de ruedas, con esclerosis lateral amiotrófica y llevan una vida creativa. No hay enfermedad que justifique un suicidio, la decisión es muy personal y a ciertas personas se les tenía que facilitar la eutanasia a petición propia.
Algunos suicidas eligen ponerse un cinturón con explosivos, o estallar unas botellas de butano, o arrojarse al tren, o se tiran de un puente abajo...

Anónimo dijo...

Cuánto me gustaría que un suicida me contase qué le lleva a tomar esa decisión. Sería difícil escuchar sin intentar persuadir, impedir, que no lo haga.