2013/08/29

CUANDO IR AL MÉDICO

Lees unas declaraciones de José María Segovia de Arana, afamado catedrático de Patología Médica que pronunció una conferencia en el club de personas gerontodistinguidas del comederu de la Granda, comandado ahora por el sabio ultraliberal Velarde. Dice que al médico solamente se debe ir cuando hay una dolencia.

Te sacó de una gran duda pero te inculcó otras. ¿Qué es una dolencia? Para el diccionario de la lengua es una indisposición, un achaque, una enfermedad. El María Moliner te lo pone peor: en particular una dolencia es una enfermedad crónica. Si esperamos a que la enfermedad sea crónica, mala cosa hicimos. No estará pensando el doctor Segovia en una pequeña indisposición o en un achaque para ir al médico.

Si el termómetro de la dolencia es el dolor, corremos peligro, porque cabe pensar en peligrosos y prolongados malestares que no originen dolor propiamente dicho.

Habla también de evitar en lo posible las medicinas. “Nada de tomar por tomar”. No conoces a nadie sano (mentalmente) que tome por tomar. Hay quien toma muchas medicinas, pero será porque sin estar muy enfermo, sufra varios desajustes (dolencias que no duelen): hay quien toma hierro, calcio, pastillas para la tensión, para el colesterol, protectores de estómago, vasodilatadores y diuréticos, todo a la vez en la dosis recetada por el médico.

En definitiva los sabios no te aclaran en qué momento no hay más remedio que ir al médico.

2013/08/27

CONCLUSIONES PRECIPITADAS

A la vuelta de tus vacaciones preguntas a un vecino de planta si, de acuerdo con lo previsto, vino su hijo con las suyas a finales de julio.

Te dice que qué va, que la tarde anterior al viaje, rompió el fémur con la bicicleta de carrera que unos meses atrás le habían facturado desde España. Le preguntas si fueron a verlo a Paris, donde trabaja, y resulta que no pudieron porque no tienen las vacaciones hasta dentro de unos días y que entonces sí irán, pero que está allí la novia.

Cuando comentas el caso en familia decís que si os llega a pasar a vosotros, os plantáis en París así se caiga el mundo, pero cada uno es cada uno y que hay gente muy fría.

Hoy encontraste a la vecina en la tienda y preguntaste por el hijo:

- ¡Vaya faena no haber podido ir a verlo, eh!
- Íbamos a ir, pero esos días tuvo que operarse mi marido…

2013/08/26

MULTA POR INCÍVICA

Escribe doña Ana Isabel una carta al director analizando el perfil psicológico de los guardias civiles. A la pobre mujer le pusieron una multa por no dar los intermitentes para salir de una rotonda. Habría que oír a los guardias, tampoco vas a romper una lanza por nadie, pero si tuvo que pagar doscientos euros habrá sido más por su mala educación que por originar un improbable accidente.

¡Qué típico es que cuando te imponen una sanción o simplemente te hacen una leve advertencia se juzgue trato chulesco y prepotente de la autoridad! Tan repetida letanía te hace poco creíble la muletilla de quien la profiere.

Sin saber cómo fue la cosa, aplaudes la medida, un toque de atención para esa legión de ciudadanos incívicos que como el volante gira sin necesidad de intermitente, entienden que las luces amarillas son propias de novatos.

El guardia habrá querido sancionar la falta de civismo, pero como no encontró artículo en qué basarse, codificó lo del intermitente. Tiene tu reconocimiento y tu aplauso.

LA RESPONSABILIDAD PENAL DE PERSONAL DE ADIF EN EL ACCIDENTE DE SANTIAGO

Sigues dándole muchas vueltas al accidente ferroviario de Santiago, por ejemplo a la desafortunada llamada (por la nula fortuna, no por su desacierto) del interventor al maquinista en ese preciso momento. Seguramente a estas alturas ya lo sepa el juez, pero las sucesivas declaraciones pasan a segundo término y ya no todo se publica. ¿Fue en ese momento cuando los viajeros para Pontedeume le contaron su problema al interventor y este, para no olvidarse de comunicarlo después, cogió el teléfono e hizo la llamada? Quede como curiosidad que algún día se sabrá. Será una anécdota desgraciada, aunque modificará el protocolo de los teléfonos móviles.

Lo que ahora se ventila es la imputación de determinados responsables de seguridad de ADIF. No te parece acertado el largo auto del juez pidiendo el nombre de los responsables de ADIF para imputarlos. También en el propio auto pide los responsables de Renfe Operadora, pero no dice nada de imputar a éstos, lo cual tampoco se descarta. Es muy posible que la relación que presente ADIF no sea la misma o no vaya en los mismos términos que si el auto hubiera omitido la finalidad de la petición. El juez descubre sus cartas, decreta sin tapujos, pero no te parece acertado aunque procesalmente pueda ser útil si ahorra un trámite.

http://ep00.epimg.net/descargables/2013/08/20/89913bf39d58a595ebceeded5c605b98.pdf

Por oportunismo político se echa la culpa veladamente o no tanto al diseño de la curva. Si hubieran leído el auto verían que no van por ahí los tiros penales. El juez no pregunta por la curva ni por lo responsables que decidieron exactamente ese trazado y no otro.

El juez habla de una “omisión de cautelas elementales por quienes tienen la misión de garantizar la seguridad de la circulación ferroviaria en dicha línea, constitutiva de una imprudencia punible, pues ante la existencia de un importante riesgo para la circulación, no se dota al sistema de seguridad de ningún recurso que lo resuelva automáticamente ni se destaca al maquinista ese concreto riesgo más que de modo indirecto con la importante reducción de velocidad indicado en el cuadro de velocidades”, en definitiva se trata, en tu opinión, de una novedosa imputación por deficiencia o insuficiencia normativa, es decir, por no haber regulado más estrictamente o con medidas adicionales las limitaciones de velocidad que aparece únicamente en un documento, sin que exista señal física que recuerde la limitación de velocidad ni baliza que frene el tren en caso de exceso de velocidad.

Una imputación de este tipo te rompe todos los esquemas ferroviarios (no tanto los jurídicos) porque en el mundo ferroviario se entiende que con que pague uno, vale, y normalmente pagaba el maquinista o el de circulación (ambos por incumplimiento de normas) o en algún caso el personal de infraestructura (más que por incumplimiento de normas, por desatención al estado de la vía, que seguramente implicaría un incumplimiento de normas, pero sería un incumplimiento derivado o de segundo grado) y no se buscaban más culpables. Al fin y al cabo, si de lo que se trataba era de lograr indemnizaciones, con un condenado, un paganini, era suficiente para desencadenar los abonos correspondientes a la responsabilidad civil.

Es seguro que si hubiera descarrilado ese mismo vehículo circulando de pruebas o sin servicio no se habría desencadenado todo este procedimiento y, sin embargo, el peligro era el mismo, aunque no las consecuencias. En aquel caso hubiera pagado el maquinista y punto. No habría habido programas especiales en la televisión, ni los periódicos habrían reproducido el funcionamiento de los diferentes sistemas de seguridad, pero también tiene su lógica que sea así.

Recapitulando cronológicamente todo lo ocurrido después del accidente de Santiago, pensaste en primer lugar en el muerto que conoces y en su familia, en segundo lugar en el maquinista (que hundió su vida) y piensas ahora en que tú mismo podías estar sentado en el banquillo de los acusados si hubieras seguido la carrera ferroviaria por el camino de la circulación. Tú mismo, si llegas a un elevado o no tan elevado nivel, podías haber firmado el documento que autoriza a pasar de 300 a 80 kms/hora sin necesidad de artilugios técnicos de ningún tipo. O tú mismo podías, si no firmar ese documento, firmar otro estudio técnico que validara, como se validó toda la vida de acuerdo con los procedimientos rutinarios de siempre, que no es necesario instalar balizas de limitaciones fijas de velocidad cuando estén recogidas en la documentación que el maquinista firma con un recibí.

No estás tú, pero está otro. Lo difícil es dar con él porque si se quiere buscar una responsabilidad civil de la empresa ADIF, es fácil llegar a esa conclusión. Lo difícil es determinar la concreta persona física responsable del desaguisado. En primer lugar porque hay una maraña de responsabilidades, pero no por eso el juez se tiene que echar para atrás. Otros casos difíciles se darán en la vida real y se llega a desentrañar la madeja. En segundo lugar porque esa forma de funcionar es así desde siempre, es decir, nunca hubo balizas limitadoras de velocidad cuando ésta venía reflejada en el libro tantas veces repetido.

Te asalta a hora una nueva duda. Es difícil poner ejemplos de la vida ordinaria aplicables al caso, que además pecarían de simplismo, pero pongamos que vendes una casa el uno de enero y el día dos al apoyarse el comprador en la rejilla de los tiestos, se desprende y mata a un viandante. Parece difícil que el reciente comprador tenga responsabilidad. ¿Pero si eso ocurre al séptimo día o al trigésimo o al sexagésimo o al cabo de seis meses o al cabo de un año? En algún momento se entenderá extinguida la responsabilidad del antiguo propietario. Se supone que el nuevo habrá tenido tiempo ya de revisar detalles y hacerse pleno responsable de sus actos.

En el caso de que se pueda individualizar la persona física finalmente responsable de no haber ordenado la instalación de balizas o de no haber ordenado límites de velocidad escalonados, habría que determinar la responsabilidad en el tiempo porque no parece lógico imputar al recién llegado, so pena de que en lo sucesivo nadie querrá firmar absolutamente nada hasta haber comprendido todas las consecuencias posibles de sus actos.

Otra especulación: si finalmente se condena a alguien de ADIF, resultaría que la circulación en ese tramo fue ilegal. En consecuencia, los maquinistas podían haber incumplido las órdenes de circular a 200 por hora y, por ejemplo, 30 kilómetros antes de Santiago, pasarían a circular a 100 por ejemplo, por si acaso. Llegarían tarde diariamente a Santiago, se les incoaría expedientes y a buen seguro que serían sancionados. Ahora resulta que habrían tenido razón. Era un apunte colateral pero a partir de ahora parecen legitimados para autorregular las condiciones de circulación estableciendo pautas no recogidas actualmente en la normativa.

Sin duda la sentencia final que en su día se dicte sobre la responsabilidad penal en este caso, marcará un antes y un después y podría hacerse extensiva a todo el mundo de la industria.

2013/08/22

VIOLENCIA DE GÉNERO, VIOLENCIA DOMÉSTICA, MACHISMO Y OTRAS PALABRAS DUDOSAS

Leías hace unas semanas, también lectura de vacaciones, un informe del Consejo General del Poder Judicial que llevaba por título “Análisis de las sentencias dictadas por los Tribunales del Jurado y por las audiencias Provinciales en el año 2010, relativas a homicidios y/o asesinatos consumados entre los miembros de la pareja o ex pareja” elaborado por el grupo de expertos en violencia doméstica y de género del CGPJ.


Es un estudio interesante por aquello de contextualizar o tener una visión de conjunto ya que el goteo de noticias de los periódicos puede hacerle perder la perspectiva a uno.


http://www.poderjudicial.es/cgpj/es/Temas/Violencia_domestica_y_de_genero/Grupos_de_expertos/Analisis_de_las_sentencias_dictadas_por_los_Tribunales_del_Jurado_y_por_las_Audiencias_Provinciales_en_el_ano_2010__relativas_a_homicidios_y_o_asesinatos_consumados_entre_los_miembros_de_la_pareja_o_ex_pareja


Un dato en el que no habías caído hasta ahora es que para el Consejo hay violencia de género cuando el hombre mata a la mujer, mientras que cuando es al revés se encuadra como violencia doméstica.


Encontrabas ahí unas conclusiones sorprendentes, pero antes de comentarlas, quieres detenerte en la muerte del matrimonio de ancianos el pasado día 17 en el municipio de Castrillón. A resultas de lo que pueda concretarse judicialmente, el marido, de 86 años y enfermo del corazón asestó varias puñaladas a su mujer, que padecía Alzheimer desde hacía varios años.


El Principado calificó el hecho y lo codificó como violencia de género afirmando que no es un acto de amor asesinar a una mujer en ninguna circunstancia. Que sea violencia de género no lo discutes en principio, sin embargo discrepas en lo del acto de amor. Por ejemplo, en el libro “Maestro de la República”, que tienes aquí comentado leías cómo durante nuestra guerra algún maestro, preso junto a su hermana, mató a ésta antes de suicidarse, suponiendo con bastante fundamento que iban a cometer contra ella mil perrerías.


Por lo demás, el análisis de las sentencias indicado hace un momento, incluye datos estadísticos curiosos, que se mantienen a grandes rasgos año tras año:


- De 43 sentencias, 40 son condenatorias. 32 fueron dictadas por Jurados (30 condenatorias) y 11 por Audiencias (todas condenatorias).

- De las 32 sentencias del jurado, en 11 se recoge el nombre de sus miembros y vienen a ser la mitad hombres y la mitad mujeres.

- De las 40 sentencias condenatorias, 25 son por asesinato (en resumen, con alguna circunstancia agravante) y 15 por homicidio.

- Cuando la autora de la muerte fue una mujer hubo dos condenas por homicidios, una por asesinato y una absolución. En todos estos casos había sido víctima de violencia de género.

- De 42 casos que reflejan el dato, en 27 años el/la homicida es español y 15 extranjero (41.200.000 españoles y 5.700.000 extranjeros a efectos de ponderar datos). De los 15 extranjeros, en 8 su situación era administrativamente regular.

- Cuando consta la nacionalidad de las víctimas en la sentencia, 27 son españolas y 11 extranjeras.

- En cuanto a la edad de los autores está muy equilibrada en distintas bandas. Para las víctimas predominan las edades entre 18 y 30, y más de 66.

- En lo referente a los mecanismos de la muerte: 43 % por arma blanca, 28 % por traumatismos.

- Hora: la mayor parte entre las 9 y las 14; y las 21 y las 2 de la madrugada.

- Duración de las penas: en casos de asesinato 17 años por término medio; 12 si se calificó de homicidio. En un caso se consideró eximente de trastorno mental con una medida de internamiento de 12 años.

- Relación de afectividad: se mantenía en 31 de las 43 sentencias. En 22 casos había vínculo matrimonial, en 15 convivencia de hecho.

- Agresiones previas, con o sin denuncia, constan en 17 casos.

- Medidas cautelares anteriores: constan en 8 casos.

LA JERINGA Y LA ORDEN MINISTERIAL

Te hizo gracia leer en un reciente repertorio de nueva legislación la Orden ESS/1451/2013, de 29 de julio, por la que se establecen disposiciones para la prevención de lesiones causadas por instrumentos cortantes y punzantes en el sector sanitario y hospitalario.

http://www.boe.es/boe/dias/2013/07/31/pdfs/BOE-A-2013-8381.pdf

Te hizo gracia porque viste en esa orden un ejercicio ampuloso de redacción de algo que tú dabas por supuesto en el personal sanitario y que podría resumirse en “ojo con las jeringuillas”. Un aviso así en el tablón de anuncios del centro quedaría muy soso. Cuánto mejor colgar las páginas del BOE con una chincheta, con o sin goma, sobre el atiborrado corcho.

En la exposición de motivos se remontan nada menos que al Tratado Constitutivo de la Comunidad Europea, a negociaciones entabladas por la HOSPEEM (Asociación europea de los empresarios del sector hospitalario y sanitario) y la ESPU (Federación sindical europea de los servicios públicos), a un Acuerdo Marco firmado al efecto, a una Directiva 2010/32/UE y al Decreto 664/1997.

Se define, por si hay dudas, qué son trabajadores, qué empresarios, qué lugares de trabajo, qué el instrumental sanitario cortopunzante, qué las medidas preventivas específicas, qué los representantes de los trabajadores, qué los representantes de los trabajadores en materia de salud y seguridad, y, por último, qué son los subcontratistas.

Más adelante se enumeran unos principios y una serie de simpáticos procedimientos administrativos de actuación para terminar con diez recomendaciones recogidas en un anexo, que como los mandamientos, se podrían resumir en uno, el primero: “Se deberán manejar con extraordinario cuidado las agujas y los instrumentos cortantes usados”.

Como esa formación es para los profesionales, porque los profanos no la necesitan, ninguna recomendación te dieron, ni ningún papel tuviste que firmar en materia de prevención de riesgos, cuando te entregaron diez inyecciones que cualquiera, tú mismo, podría poner a tu madre en el tratamiento postoperatorio.

Menos mal que para eso estaba tu amigo Chuso el praticante, que sabe qué hacer con las jeringas nuevas y con las usadas, y eso que al estar de ILT, no habrá tenido ocasión de leer la orden ministerial en ningún tablón de avisos.

2013/08/21

EL SUPLEMENTARIO

Después de unos cuantos días sin publicar nada, y no por falta de ideas u ocurrencias, sino de tiempo, espacio o infraestructura, procede reanudar estas entradas con un asunto médico, para no romper el hilo con última entrada.

El suplementario del mundo ferroviario, en otras empresas correturnos, es aquel operario que trabaja un día en cada estación o en cada puesto para dar el descanso a los titulares. Los hay, psicológicamente, de dos tipos: los que se dejan ir y están como de servicios mínimos sin meterse en berenjenales y los que ejercen su cargo con propiedad y si tienen que reordenar un área no se cortan.

Pensabas tú que con los pacientes desplazados y los médicos de familia encargados de esas cartillas ocurriría la primera de las posibilidades: que si el médico titular había recetado ocho pastillas, no serían ellos quienes retiraran alguna y curarían la salud ajena curándose en salud.

No sucedió eso con el que tocó en suerte o en cupo a tu madre. Después de la operación, el informe indicaba escuetamente “reanudar tratamientos previos al ingreso”, una larga relación de medicamentos, cada un destinado a alojarse y surtir efecto en un rincón específico de su cuerpo humano. Este galeno suplementario, sin embargo, se interesó por el porqué de todas y cada uno de las pastillas.

-¿Por qué toma hierro?
- Para una pequeña anemia que tuvo, alguna pérdida de origen desconocido.
- Pues los niveles actuales están por encima del normal y si tuviera alguna fuga gástrica se la habrían detectado en la operación, así que se la vamos a retirar. ¿Y por qué toma el ácido ibandrónico? ¿Desde cuando?
- Desde hace unos cinco años, para fortalecer los huesos.
- El ácido ibandrónico tiene efectos preventivos y su madre, con la edad que tiene y la antigüedad de la toma, ya está prevenida, además su efectividad baja muchísimo si no se toma calcio, que no lo está tomando, ¿verdad?

Y a ti, que sabes bien poco de todo eso, te dejó convencido, como te dejará el titular si restablece la panoplia de tratamientos y placebos originarios.

2013/08/14

SALUDOS EN MURIAS

Estás sentado frente a los montacargas descansando la espalda contra la pared, pero atento a cualquier movimiento o sonido. Queda a tu derecha la puerta de los quirófanos, que se abre y se cierra sin que la acabe de traspasar la camilla sobre la que tendría muy pronto que aparecer tu madre después de saber que había pasado la noche absolutamente tranquila, sin ningún sobresalto, porque todo se había dado muy bien.

En un discontinuo fluir de batas blancas, azules y otras fundas de trabajo de variados colores, ves pasar a médicos con alguna carpeta metálica bajo el brazo, a enfermeras o auxiliares en animada charla sobre algún protocolo, al carretillero que distribuirá cualquier suministro hospitalario, a la empleada de la limpieza que recoge del suelo la mas menuda insignificancia.

Tú escrutas cada maniobra, cada levísimo ruido, cada rostro, pero eres invisible. Hace tiempo que empezaron la jornada, todos tienen unos objetivos que cumplir cuanto antes y no es su función dar los buenos días a nadie.

Desde el pasillo de las habitaciones, avanza de izquierda a derecha un hombre menudo de un pelo blanco muy suave que roza la tercera edad, va vestido de calle, con ropa clara cubierta por una bata blanca que realza su deambular elegante. Sonríe, da los buenos días sin detenerse y sigue hasta doblar hacia el pasillo situado frente a la puerta de los quirófanos. Al rato regresa y vuelve a saludar. Tú sigues allí esperando cualquier señal. Es entonces cuando caes en un detalle: aquel joven anciano lucía una discretísima cruz dorada sobre la solapa de su funda blanca.

2013/08/08

DR. JEKYLL Y MR. HYDE

Ahora que desgraciadamente está tan de moda referirse al teléfono móvil de empresa como móvil corporativo, vas a contar una anécdota del correo electrónico corporativo, donde recibes mensajes que alguien cree enviar a un impersonal departamento de Madrid, diciendo por ejemplo que un tren salió dos minutos antes de la hora y que el maquinista, sin pizca de humanidad, no esperó porque el apurado viajero no es una rubia de minifalda, y que si lo pilla se hace escuchar de otra manera. Termina con un recado-deseo: ojalá lo coja todo pronto una empresa privada y se acabe tanta chulería.

Como las denuncias hay que investigarlas para corregir lo corregible, compruebas que el tren salió a la hora clavada pero el pobre viajero llegó medio minuto tarde a los torniquetes.

El dato más relevante de todo lo anterior es que este Mr. Hyde de los días de diario en los trenes te lo encuentras los domingos en el ascensor convertido en un amabilísimo Dr. Jekyll.

2013/08/03

VACACIONES. CUADERNO DE BITÁCORA

A las ocho y media tocan diana. Es hora de afeitarse, coger las hamacas y la sombrilla para acotar tres metros cuadrados en quinta línea de playa.

De regreso hacia el hotel, visita al quiosco para comprar La Nueva España del día anterior, leer los titulares de camino y terminar de leerlos en los butacones del hall hasta que baja a desayunar tu mujer y, ocasionalmente, tu hija.

Primer problema: el desayuno. De buena gana zamparías todos los días unas lonchas de beicon tirando a pasado y un vasín de cava, detrás de un zumo de naranja medio natural. Para compensar, el café con sacarina. En esa tentación caíste unos cuantos días.

A la habitación a terminar de leer el periódico y atento también al canal de la televisión, normalmente 24 horas de TVE.

Antes de las diez y media en la playa: a la hamaca y ahí me las den todas: periódico, libro, revistas atrasadas y otros papelotes que vas dejando para las vacaciones. Baño cuando el calor y el sudor arrecian.

A las dos a comer, principiando siempre con gazpacho.

No hay siesta. Este año hubo que estar pendiente de la oficina, lectura de correos y despachar algún asunto. A veces las cosas cuadran así. Tampoco estuviste nada atento al Tour. Estás decepcionado. Los héroes de hoy se descubren dopados dentro de cinco o seis años así que te prometiste no mantener el interés de otros años.

A las cinco y pico vuelta a la playa. Operación bis. Hasta las ocho, cuando los altos edificios de Benidorm proyectan su sombra sobre tu zona de playa.

Regreso al hotel. Ducha. Lavado y tendido de ropa. Otra vez la TV, en este año con el caso Bárcenas y el terrible accidente ferroviario de Santiago. El año pasado había sido la prima de riesgo.

Paseo por la zona de los vinos, normalmente en La Cava Aragonesa, con el espumoso de un euro y yesca de jamón. O bien la casa del Ribera, con vino de uno con cincuenta y pincho de diseño. Increíble.

Cena rezando para que en las bandejas no abunden demasiadas cosas apetecibles.

Navegación por Internet y otras labores informáticas.

Paseo por la villa para ver la luna, la playa o la gente con o sin cerveza o gin tonic o helado de yogur.

Y al día siguiente vuelta a empezar.

A ti te vale.

CUENTOS DE MUJERES VALIENTES, de Emilia Pardo Bazán

Como este blog también es un diario para ti mismo, con comentarios no demasiado íntimos, convinimos, queda aquí reflejo del último libro leído en estas vacaciones.

Aquí se invirtieron los papeles del libro de Germán Ojeda. En aquella ocasión se trataba de una obra que tu hija te regaló porque el título le pareció atractivo. En este caso, el regalo fue al revés, y como tu hija os acompañó una semana y trajo este libro, aprovechaste para leerlo.

Según ibas avanzando en la lectura no viste tantas mujeres valientes, es más, muchas te parecían cobardes, resignadas y hasta anodinas. Si hubieras leído el prólogo de la seleccionadora de los cuentos, podías haberte formado otra idea pero no te pareció que para un libro de cuentos (breves, como corresponde a su ser) fuera necesaria demasiada información previa. Craso error.

El prólogo lo leerías al final y es ahí donde se mencionan seis tipos de mujeres reflejadas en estos cuentos: las oprimidas por el varón, las hastiadas, las malcasadas, las supervivientes, las fuertes y las valientes.

Si estas son solamente una sexta parte ¿por qué el nombre del libro? por el gancho comercial. ¿Qué pensaríamos si el libro se llamara “cuentos de mujeres”?

DE MADRID A OVIEDO, por Rafael M. de Labra

Rafael de Labra fue un político asturiano de finales del siglo XIX y principios del XX, con calle en la capital, que fue elegido diputado a Cortes por Infiesto sin pertenecer a ningún partido político.

Una de sus obras más conocidas es un libro de viajes De Madrid a Oviedo, que terminó de redactar en la primavera de 1881. Narra un viaje en tren, excepto en el tramo comprendido entre Busdongo y Pola de Lena, que realiza en diligencia porque todavía no se había terminado de construir.

Para la última edición de LibroOviedo reeditaron una edición facsimilar y en la exposición celebrada en Trascorrales te hiciste con un ejemplar aprovechando el descuento de la ocasión. Acabas de terminar su lectura debajo de la sombrilla entre chapuzón y chapuzón de agua, salitre y ocasionalmente alguna alga.

Algo nos recuerda a la variante de Pajares: “La red de ferrocarriles que se tendió en España desde 1845 a 1860 dejó fuera a las provincias del Noroeste, y bien que hacia 1863 se subastara la línea de Palencia a Gijón y a La Coruña, de tal suerte que hace ya seis años debiera estar completamente concluida, la desgracia y los abusos se han cebado en esa vía al punto de ser su historia una de las más edificantes en el mundo de los embrollos financieros y las condescendencias administrativa”.

Se lamenta el autor de que esos retrasos privaron a Asturias de oportunidades de turismo en detrimento de las provincias vascas y de Cantabria, provincia esta que se aprovechó indirectamente de la inestabilidad social y política del País Vasco como consecuencia de la guerra carlista.

Tampoco nos resulta extraña la historia del siempre polémico puerto de Gijón: “Sin ferrocarril y sin puerto, no hay que hablar: y si el primero parece que ha de quedar completamente terminado hacia 1885, puede creerse que la terminación del segundo (dado que se eche tierra a las polémicas que ahora mantienen los gijoneses sobre su emplazamiento y supuesto que todos convengan en insistir en el Musel y en aprovechar lo poco hecho) es, a no dudarlo, cosa lo menos de ocho a diez años."
 
A lo largo del viaje va destacando la importancia económica y social del nuevo trazado ferroviario. Hoy se diría que “pone en valor” las poblaciones próximas al ferrocarril. Sin reserva mental alguna no se recata en dibujar un trazado sombrío y triste de Palencia, quizá incrementado por lo que estima injustificada parada del tren en su estación para segregar las ramas de Cantabria y las de Asturias y Galicia.

Cara y cruz para el espíritu castellano (o castellano-leonés): “¿qué sería de España, la tierra de la grandilocuencia y los pronunciamientos, si en el corazón de este mundo no viviese y fructificase ese grano de sentido común, de prudencia, de reflexión, de calma que se llama espíritu castellano? Sin duda, la cosa tiene su reverso. Con Castilla solo… ¡Vamos! Qué modo de bostezar.”

¿Se anticipó a su tiempo o era un retrógrado?: “Es necesario prescindir de la excesiva detención en Palencia, suprimir algunas de las estaciones de Palencia a León, y sobre todo tener lista y bien servida la vía. De esta suerte el tren se deslizaría como sobre raíles untados de sebo”.

Un aguijón a las exiguas porciones de la fonda de la estación leonesa, pero no extrae de ahí ninguna otra malicia. Sin embargo, dedica encendidas loas a la ciudad en sí.

Al pasar por Busdongo omite la historia que te contó un ilustrado nativo de San Andrés de Parana, hurgador de pergaminos por los archivos de todas las Españas. Parece que en un principio la explanación de vías asentada hoy en Busdongo estaba previsto hacerla en Villamanín, con mejor clima y sin necesidad de forzar un nuevo trazado del río. O quizá tuvo lugar posteriormente en la época de la electrificación. El caso es que llegado al lugar quien tenía el poder decisorio, fue obsequiado con “una xarra vino, una costiella y un platu cecina”. El Maragatu le dijo a aquella autoridad: facéilo aquí. El importante señor quedó fartucu y allí se hizo.

Según se aproxima a Pajares, profundiza en los problemas políticos y financieros de la adjudicación y el trazado: “No bien se constituye la nueva Compañía principian las dificultades, que se resuelven siempre, sin una sola excepción, a favor de aquella y daño general del país (porque paga el Tesoro Nacional) y particular de la provincia de Asturias, víctima de incesantes prórrogas y consideraciones con que se obsequia a la empresa del Noroeste”. Y detalle pormenorizadamente los costes de cada tramo, las obligaciones emitidas, los pagos condonados, etc.

Al paso por Arbas, repasa la historia de la colegiata. No deja en buen lugar al pueblo de Pajares: “el aspecto general pobre, triste y sucio, de aquella suciedad frecuente en las aldeas de Asturias, envueltas en las constantes neblinas del invierno y de la primavera”. Aprovecha para contar historias o anécdotas como la del rey Sancho de Navarra que, de viaje por Asturias, su séquito mató un hombre en Pajares pero fue vengado en Campomanes, dando lugar al refrán “Si la hiciste en Pajares, pagástela en Campomanes”.

Unas líneas asépticas a Puente de los Fierros, menos mal: “Después de Pajares está Puente de los Fierros, donde el año próximo de 1881 se instalará la estación de ferrocarril, cabeza de la línea asturiana, mientras no se perforen los montes del Puerto.

Entonces, como a veces ahora, los trenes que partían de Pola de Lena hacia Oviedo no esperaban por las diligencias que llegaban de Busdongo, con alegría de los posaderos de la capital del concejo, que ofrecían gustosamente parada y fonda.

Unos detalles curiosos que desconocías: “Próximo a Oviedo se encontraba la estación de “La Segada, comúnmente llamada El Barco de Soto, a 25 kilómetros de Lena y solos 6 de la capital de la provincia”. “El día de Santiago todo Oviedo desciende a la estación de La Segada para celebrar la romería más famosa de todo el concejo” en el paraje llamado El Campo del Infierno.

2013/08/01

ÉTICA DE URGENCIA, por Fernando Savater

En realidad este libro se lo regalasta a tu hija sin segundas intenciones pero a cuenta de las vacaciones parcialmente compartideas cayó en tus manos y no te pudiste resistir. A lo mejor es cierto eso de que en los libros se regala uno para sí mismo.

Por aquello de ser una ética de urgencia puede pecar de elemental pero nunca es mal momento para reflexionar, lo que distinguie a los hombres de los animales:

- Por ejemplo sobre el vicio de atender el móvil mientras se come con otro, lo compara a quien en otro tiempo no muy lejano abriera el periódico delante del plato de sopa. Señala que es mero problema de educación, que lleva más allá: la falta de atención del alumno.
- Sin piedad contra la piratería cultural y acérrimo defensor de los derechos de propiedad intelectual, propone una red de falsificación de entradas de fútbol para comprobar cómo sentaría al estamento futbolístico.
- Pese a las vergüenzas que puso al descubierto, está contra la transparencia de WikiLeaks, poder incontrolado que no fue elegido por ningún ciudadano de un estado democrático.
- Contra la programación genética porque quien es capaz de crear hombres tiene un poder sobre el creado imposible de revertir, además de establecer una jerarquía entre seres humanos en principio iguales.
- Como alcanzar la felicidad es imposible y mantenerla más, conformémonos con la alegría.
- Diferencia entre moral y religión: la moral busca una vida mejor y la religión busca algo mejor que la vida.
- Democracia y desencanto. Si no acudes a las reuniones de la comunidad de vecinos no puedes quejarte del funcionamiento del ascensor. “Los atenienses tuvieron esa intención tan buena de obligar a participar a todos los ciudadanos en política. Y si se generaba un conflicto fuerte y alguno, para mantenerse al margen, se defendía diciendo que él no era político, entonces le aplicaban una palabra específica para designarlo, una que nosotros empleamos para otras cosas. Le llamaban idiota. El idiota era idion, el que sólo quiere ser él mismo”.
- La democracia es una herramienta para solucionar problemas, tán útil como la llave inglesa en lo suyo, pero si ante un problema no se coge la llave inglesa, no se resuelve nada.